domingo, 23 de enero de 2011

Recordando...

Que tal amigos?
Hurgando en mis archivos me encontré ente video que lo subo para el disfrute de todos los amantes de nuestro grupo LOS PUNTOS. Se trata del concierto que dio el grupo en la mágica Granada el 11/12/2009. Un recuerdo que paso a la historia de los que nos dimos cita allí. El tema es Llorando por Granada. Perdona la calidad de imagen y sonido, pero lo copie con la cámara de fotos. Espero que lo disfrutéis tanto como yo lo viví allí ese día. Saludos

miércoles, 19 de enero de 2011

Coleccionismo...

¨Los ojos de tus héroes te miran desde la pared¨ así metafóricamente podríamos titular a los famosos poster de nuestro grupos preferidos que ondean en nuestros cuartos o rincones preferidos, pues no hay grupo que no tenga este fenómeno de imprenta. Como siempre LOS PUNTOS no pueden ser menos, desde su larga carrera son muchísimos los poster que tiene el grupo. Y la mayoría de las veces ni el propio grupo podría saber de los que andan por hay…
En este que os dejo en la sección ¨coleccionismo¨ pertenece a la revista ¨Lecturas¨
En el podemos ver de izquierda a derecha: Pepito, Belmonte, Grano de Oro, Eduardo y de pie esta Diego. Muy curioso para los coleccionistas. Nos vemos!!!

martes, 4 de enero de 2011

En recuerdo del maestro, Águilas verano `10

Dedicamos la primera entrada del año en el blog ¨Amigos de LOS PUNTOS¨ haciéndolo en el recuerdo con el maestro ¨Eduardo Sánchez Manzanera¨ por que nunca debemos olvidarnos de las grandes personas.

Hay personas a las que se les rememora por sus atributos y obras tanto en el campo de la cultura, la ciencia o por sus labores humanitarias; Otras, nos dejan un recuerdo indeleble, simplemente por su sencillez, afabilidad en el trato, y denuedo en hacer feliz a los demás. Este es tu caso, amigo Eduardo, pues aunque la vida sólo te dejara estar con nosotros hasta los 62 años, supiste ganarte la eternidad, dejándonos una estela repleta de agradables anécdotas y vicisitudes difíciles de olvidar.
:Sabemos que no te gustaba ensalzar públicamente tus cualidades; Pero creemos que es justo ofrecer este pequeño testimonio de tu persona, precisamente en el libro de festejos, en donde fuiste tantas veces protagonista en tu doble faceta musical y comercial.
Aunque naciste en Lorca, siempre presumiste de un aborigenado aguiñelismo, ya que con tan sólo dos años de edad, fuiste trasladado a nuestro pueblo. Tu niñez transcurrió en el seno de una familia ejemplar, en cuyo ambiente se respiraban aires comerciales, provenientes de la explotación de la mercería de “EL SIGLO”, impregnados por eufónicos sonidos dimanantes de la virtuosidad de tu padre en el piano, al que tú tanto admirabas, y quien siguió deleitándonos, hasta los últimos años de su vida, endulzando con adagios y sonatas las misas domingueras de la Parroquia de San José.
Creo que la primera vez que te vimos públicamente con un instrumento musical fue en aquella Navidad de 1963, colaborando con un festival benéfico en el salón del antiguo cine Cames ( hoy Acción Católica), junto al primer conjunto músico-vocal pop que surgió en Äguilas Los Stuckans. ¿Quién te iba a decir que aquellas ululantes síncopas del “Twist and shout” que interpretasteis, antes el embeleso de cuantos jóvenes asistimos, iban a ser el preludio de una enorme transformación de la juventud, no sólo en el concepto latente de la música, existente hasta ese momento, sino en las formas de vestir, de peinarnos, de comunicarnos, en definitiva de la evolución de un cambio de actitud mucho más libre y desenfadada?
Formaste parte de la mayoría de los grupos que surgieron en aquella década en nuestro pueblo, “The Flamming Stars”, “Los Dalex”, “Opinión”, etc, en los que destacaste por tu enorme destreza y polivalencia en los teclados. Los que tuvimos la suerte de coincidir contigo en algunos de estos conjuntos aprendimos de ti , no solo en el terreno musical, sino también en lo personal, despertándonos un sentimiento paradigmático de difícil abstracción. Tu particular sentido del humor, a veces casi sarcástico, nos resultaba especialmente complaciente, pues siempre iba acompañado de dosis adecuadas de respeto que tú nunca escatimabas y empleabas de forma ejemplar.
Un viejo proverbio decía que “quien disfruta de los recuerdos es como si viviera dos veces”; y es que no es menos cierta la sensación placentera que sigue invadiéndonos cuando nos recreamos en nuestra memoria recuperando imágenes que quedaron guardadas como un tesoro en nuestro subconsciente, como algo inseparable de nuestras vidas.
¿Cómo olvidar tantos momentos como estos, por ejemplo?:
- Aquellas actuaciones en el Cine Capri en las matutinas sesiones de los domingos.
- Aquellas serenatas que ofrecíamos a nuestras pretendidas, junto a su ventana, entonando apocopadas canciones con nuestras voces empañadas por la fría escarcha de la madrugada.
- Aquellos bailes que amenizábamos los fines de semana de invierno en los salones del Gran Cinema, Peña Aguileña, Casino, Hotel Calarreona o discoteca Pepe´s.
- Aquellos cotillones veraniegos en los que estoicamente aguantábamos a pie de escenario hasta la aparición de las primeras luces del alba, tanto en la pista popular como en la del Casino.
- Aquellas verbenas en los barrios para elegir a su reina.
- Aquel concurso de cantantes y Grupos noveles de Televisión Española que nos propició varios desplazamientos a Madrid, por donde deambulamos acompañados de nuestro querido Paco Rabal.
- Aquellos continuos viajes por pueblos y ciudades actuando en sus fiestas.
Tu tesón y desvelo por la música te llevarían más tarde a emprender una apasionante aventura, un largo viaje musical. Fue en aquel septiembre de 1972 cuando te integraste en “Los Puntos”. Precisamente en una época en la que esta formación estaba a punto de desaparecer. Tu aportación, tus conocimientos y tu experiencia fueron factores influyentes en el resurgir de este grupo y su lanzamiento al estrellato. Con ellos grabaste multitud de canciones, llegando a copar algunas de ellas las primeras listas del Hit Parada nacional con cifras millonarias de ventas, constantes apariciones en Televisión, numerosas actuaciones por nuestra geografía y en el extranjero. En definitiva, un amplio bagaje musical equiparable a los mejores conjuntos de la música pop española de aquella década. Algo jamás logrado en este género por ningún aguileño; y sin embargo no te viste embriagado por el éxito. Seguías siendo igual de sencillo, y tan cercano a tus paisanos y amigos como siempre. Por ello, si cabe, nos identificábamos aún más con este Grupo, porque pensábamos que algo de nosotros estaba en él.
Tu lado humano también aparecía en aquellos festivales benéficos (Hospital de ancianos, Procesiones, Iglesia, Caritas, etc; cualquier causa social te parecía justa y suficiente), en los que con tu colaboración altruista era posible la participación de artistas locales y foráneos, cuyo acompañamiento musical dirigías magistralmente.
Esta ocupación nunca fue en menoscabo de las atenciones y dedicación necesarias para mantener en pie la continuidad del comercio de “El Siglo”, negocio centenario que tuviste la responsabilidad de que perdurara tras varias generaciones, y que no solo mantuviste sino que, junto a la inestimable ayuda de tu esposa e hijos, lo engrandeciste, ampliándolo a dos tiendas mas siendo hoy un referente de la moda en Águilas.
Y por último, querido Eduardo, quiero concluir así:
Muchas veces estuviste “Llorando por Granada” interpretando tu popular balada, hoy otros lloramos por ti al no tenerte, al igual que lo hacen las olas y la arena de la Colonia al no presenciar tus caminatas mañaneras a las que les tenías acostumbrado. Nuestros ensayos tampoco volverán a sonar como cuando tú estabas. Pero la vida sigue, y de tu eufemística filosofía aprendimos a relativizar los problemas, a minimizar sus sinsabores, por lo que volveremos a sonreír y a ponernos alegres “Cuando salga la luna” , tal y como tú nos decías en tu canción.
¡Muchas gracias Eduardo por cuanto nos diste y nos dejaste!