lunes, 11 de noviembre de 2019

ANA

Ahora que ya pasaron los tiempos tristes,
ahora que ya olvidaste y has vuelto a mí,
vienen a mi memoria aquellas palabras
dulces que me dijiste antes de partir.

Dices que vuelva a casa y tú eres mi casa,
me hablas de mi familia y toda eres tú,
tú eres la mano amante que me acaricia,
tú eres mi solo amparo contra el dolor.

Quiero que me digas Ana que esas palabras no son tu vida,
quiero que tú me recuerdes como el amante, como el amor.
Quiero que me digas Ana que esas palabras no son tu vida,
quiero que tú me recuerdes como el amante, como el amor.

Vive en mí, Ana vive en mí,
la pequeña historia de aquel gran amor,
no se fue, Ana no se fue, 
tu dulce recuerdo siempre habló de ti.

Era casi de noche cuando llegaste,
la lluvia hizo tu retrato sobre el cristal,
mis sueños y mi alegría te recibieron,
yo sólo pude decirte ya estás aquí.

Quitaste un poco de pelo sobre mi frente,
me diste un beso en la cara y yo sonreí,
tu voz era la ternura cuando dijiste:
qué triste que fue la vida lejos de ti.

Quiero que me digas Ana que esas palabras no son tu vida,
quiero que tú me recuerdes como el amante, como el amor.
Quiero que me digas Ana que esas palabras no son tu vida,
quiero que tú me recuerdes como el amante, como el amor.

Quiero que me digas Ana que esas palabras no son tu vida,
quiero que tú me recuerdes como el amante, como el amor.
Quiero que me digas Ana que esas palabras no son tu vida.

No hay comentarios: